miércoles, 30 de noviembre de 2011

Fugit Irreparabile

La arena que cae
una y otra vez
incesante en
el reloj de 
arena
ya
no
queda
casi nada
ya no queda
no hay tiempo
para perder tiempo



Y aún así, vivir.
Es que la arena termina, 
pero mientras queden ganas 
de volver a caminar calles gastadas 
por otros, mientras queden ganas de 
dar vuelta la página, de iluminar rincones
olvidados, siempre podremos dar vuelta el 
reloj de arena, para 
empezar
todo
otra
vez




domingo, 6 de noviembre de 2011

Aprendan a Soñar

Monstruos, catástrofes, persecuciones, accidentes, muertes...
No.
La pesadilla por excelencia debe ser -y es- vivir la rutina mañanera en sueños: levantarse, lavarse la cara, vestirse... para darse cuenta de pronto que todo fue un sueño, que es tarde, y que uno sigue en la cama perdiendo el tiempo soñando realidades.






"Aprendan a soñar los que se contentan con sacar la lotería."
Alejandro Dolina.-

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La verdad es que

~

"No renuncio a nada
simplemente hago lo que puedo para que las cosas me renuncien a mí."

~


 ®
enuncie

y

anuncie
 su verdad.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Somnus existentia

Nada temo a los aviones,
no me paralizan las alturas,
tampoco me da miedo perder 
el escaso capital que poseo 
por culpa de las crisis financieras,
y no me atemoriza andar de noche
sola por la ciudad. 


Pero durmiendo a tu lado 
descubrí lo que es el miedo,
miedo a que un día
te vayas y no vuelvas,
y que sin embargo estés 
a mi lado, quieto, frío,
inmóvil. 


Te miro y tiemblo,
pienso en la delgada línea
que separa dormir 
de morir;
te miro y temo,
no te duermas,
no por siempre.





"Somos simples sombras que nacen y mueren porque sí."
Alejandro Dolina.-

jueves, 1 de septiembre de 2011

Sol de Fondo

Gracias a un pequeño y sencillo programa que bajé en mi computadora, el fondo de pantalla de ésta cambia cada día -al azar- entre una cantidad de fotos que yo misma elegí.

Hermosa paradoja, aquella madrugada del 14 de abril: cuando el pronóstico anunciaba tormentas, rayos y relámpagos, el ¿azar? me regaló este hermoso sol de fondo. 


Atardecer en Gan Gan, Chubut.  -  Tormentas eléctricas en Buenos Aires.





"Ser feliz sem motivo é a mais autêntica forma de felicidade."
Carlos Drummond de Andrade.-

miércoles, 24 de agosto de 2011

lunes, 22 de agosto de 2011

domingo, 14 de agosto de 2011

¿Independientes o in the pendiente?

"Toda votación es un juego, como el de damas o el ajedrez, pero con un leve tinte moral, un quehacer festivo con el Bien y el Mal, con resonancias morales; y el envite, naturalmente, es inherente a él. No se apuesta sobre el carácter de los votantes. Yo deposito mi voto, quizá, por lo que estimo correcto; pero no me siento vitalmente interesado en que prevalezca. Estoy dispuesto a dejarlo en manos de la mayoría. Su obligación, por tanto, jamás pasa del grado de lo conveniente. Incluso votar por lo justo es no hacer nada por ello. Apenas significa otra cosa que exponer débilmente a los hombres el deseo de que fuera así. El hombre prudente no dejará lo justo a merced del azar ni deseará que prevalezca gracias al poder de la mayoría. Poca es la virtud que encierra la masa."

Henry David Thoreau.-

sábado, 9 de julio de 2011

A París

Hace seis meses estaba del otro lado del charco, caminando por París... Y sí, pintó la nostalgia. 
Entre mis escritos, encontré este intento de poesía, esbozado a mano alzada mientras surcaba las callecitas parisinas.


Aquí mi homenaje a la Ciudad de las Luces:



4-I-2011, París.

Tus angostas calles gastadas y tus antiguos edificios 
son la verdadera revolución en este mundo globalizado 
que despersonaliza las ciudades en nombre de la modernización. 

Tus laberintos hechos calle son un mar que atrapa 
pero no ahoga, 
un vino añejo que embriaga a sus transeúntes sin darles resaca. 



viernes, 24 de junio de 2011

Infinitas... ¿qué?

Espero que puedan disfrutar de esto tanto como yo:


  
"Hemos amado con demasiado fervor a las estrellas como para temer a la noche."
Epitafio en la tumba de dos astrónomos aficionados.-


No, ¡che! La noche no existe. Entre semejante inmensidad de luz, a lo único a lo que se puede temer es a ver demasiado, a reconocer la infinitud de las propias sombras y oscuridades. 

domingo, 8 de mayo de 2011

¿Es que siempre pierdo todo o que nunca encuentro nada?

Perdí la llave de casa. Buscándola, encontré el lapiz que había perdido la semana anterior. Como suele pasarme, encontré el lapiz en un lugar en el que ya había buscado. No es eso lo que me preocupa, sino pensar qué otra cosa tendré que perder para encontrar la llave.
Y de repente, recordando a un cronopio amigo, mi miedo se transformó en pánico:

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

Julio Cortázar.-

domingo, 1 de mayo de 2011

La simplicidad de lo complejo

"Yo me pregunto por qué la realidad ha de ser simple. Mi experiencia me ha enseñado que, por el contrario, casi nunca lo es y que cuando hay algo que parece extraordinariamente claro, una acción que al parecer obedece a una causa sencilla, casi siempre hay debajo móviles más complejos. Un ejemplo de todos los días: la gente que da limosnas; en general, se considera que es más generosa y mejor que la gente que no las da. Me permitiré tratar con el mayor desdén esta teoría simplista. Cualquiera sabe que no se resuelve el problema de un mendigo (de un mendigo auténtico) con un peso o un pedazo de pan: solamente se resuelve el problema psicológico del señor que compra así, por casi nada, su tranquilidad espiritual y su título de generoso. Júzguese hasta qué punto esa gente es mezquina cuando no se decide a gastar más de un peso por día para asegurar su tranquilidad espiritual y la idea reconfortante y vanidosa de su bondad. ¡Cuánta más pureza de espíritu y cuánto más valor se requiere para sobrellevar la existencia de la miseria humana sin esta hipócrita (y usuaria) operación!"




Juan Pablo Castel, en El Túnel (o Ernesto Sábato, en una de las frases que marcó mi adolescencia para siempre).-