sábado, 9 de julio de 2011

A París

Hace seis meses estaba del otro lado del charco, caminando por París... Y sí, pintó la nostalgia. 
Entre mis escritos, encontré este intento de poesía, esbozado a mano alzada mientras surcaba las callecitas parisinas.


Aquí mi homenaje a la Ciudad de las Luces:



4-I-2011, París.

Tus angostas calles gastadas y tus antiguos edificios 
son la verdadera revolución en este mundo globalizado 
que despersonaliza las ciudades en nombre de la modernización. 

Tus laberintos hechos calle son un mar que atrapa 
pero no ahoga, 
un vino añejo que embriaga a sus transeúntes sin darles resaca. 



3 comentarios:

una sardina dijo...

Aaaaaay... yo hace 1 año y 6 también estaba ahí. BU.

Clari dijo...

No había notado el detalle: 9 de julio y yo extrañando patrias ajenas.

Unknown dijo...

sabias que en el siglo XIX, en París, sucede uno de los acontecimientos más
importantes de la historia política del movimiento de los trabajadores: la Comuna de París.
Ahora bien, la estrategia y la táctica de lucha usada por los trabajadores que crearon la
Comuna de París era la de enfrentar las fuerzas gubernamentales represivas construyendo
barricadas y cerrando el acceso a las calles donde permanecían atrincherados. Cuando la
Comuna fue derrotada, el Estado francés encargó a un arquitecto llamado Haussmann la
urbanización de la ciudad de París. Urbanizar significaba construir grandes y largas
avenidas, amplios espacios abiertos por donde los carros militares podían transitar
rápidamente y sobre todo, donde se hacía imposible construir barricadas. La ciudad de París
que conocemos hoy en día, con sus largas avenidas, una de las más bellas ciudades del
mundo, iluminada y parquizada, es una obra de arte arquitectónica construida para facilitar
la represión de los movimientos populares.