no me paralizan las alturas,
tampoco me da miedo perder
el escaso capital que poseo
por culpa de las crisis financieras,
y no me atemoriza andar de noche
sola por la ciudad.
Pero durmiendo a tu lado
descubrí lo que es el miedo,
miedo a que un día
te vayas y no vuelvas,
y que sin embargo estés
a mi lado, quieto, frío,
inmóvil.
Te miro y tiemblo,
pienso en la delgada línea
que separa dormir
de morir;
te miro y temo,
no te duermas,
no por siempre.
"Somos simples sombras que nacen y mueren porque sí."
Alejandro Dolina.-