miércoles, 30 de noviembre de 2011

Fugit Irreparabile

La arena que cae
una y otra vez
incesante en
el reloj de 
arena
ya
no
queda
casi nada
ya no queda
no hay tiempo
para perder tiempo



Y aún así, vivir.
Es que la arena termina, 
pero mientras queden ganas 
de volver a caminar calles gastadas 
por otros, mientras queden ganas de 
dar vuelta la página, de iluminar rincones
olvidados, siempre podremos dar vuelta el 
reloj de arena, para 
empezar
todo
otra
vez




4 comentarios:

una sardina dijo...

Me encantó!!

Clari dijo...

Gracias Sardina!
:)

Marina Novello dijo...

¡!

¿Qué hacés robándole el talento a Girondo?

Clari dijo...

En mi defensa (o no) tengo que decir que aún no tuve el gusto de leer a Oliverio.
Pero si le robé algo, espero que no me denuncie.